1/1/13

2012 SEGÚN 2013. MOMENTAZOS TEATRALES


 PARA NO OLVIDAR


Más que de balances en el mismo mes de diciembre, soy más de echar la vista atrás y ver el año pasado con la perspectiva del nuevo. Ya antes fue el 2011 según 2012. Ahora toca revisar el año 2012 a partir de la perspectiva renovada de 2013.

En esta ocasión, antes que mencionar los aspectos positivos y negativos,  he preferido destacar solo los  positivos, a ver si así cambiamos un poco el espíritu apocalíptico del IVA, el destrozo de las instituciones por impagos y la desaparición de ayudas, la bajada de espectadores y el clima general de desolación cultural que planea en este país y miramos hacia adelante, hacia la luz ("si miro hacia atrás, estoy perdida", que decía Daenerys Targaryen, la de Canción de hielo y fuego). 

El teatro no se va a morir. Amenaza con morirse desde hace más de 2400 años y aquí lo tenemos todavía, dando guerra.

 ("De crisis del teatro se habla desde que el teatro nació. De hecho, una investigación seria dudo que supiera discernir si nació antes el teatro o su crisis. como en el asunto del huevo o la gallina tampoco es fácil saber a quién a corresponde la prioridad"  Teatro español 1980-2000. Catálogo visitado) 

Hay talento, hay goce, hay locos que aman el teatro, hay compromiso, hay voluntad. VAMOS.

Aquí os van mis MOMENTAZOS TEATRALES de 2012 ordenados cronológicamente, excepto el último. (es posible que si no habéis visto la obra, no os esteréis de mucho; si la habéis visto, quizá la rememoración sea conjunta). A GOZAR. 



La función por hacer, de Kamikaze Producciones. Raúl Prieto deambulando por el patio de butacas, su movimiento de manos, sus arrebatos de ira; el llanto de Manuela Paso; los golpes de Bárbara Lennie en el pecho; el foco que se puso a arder, el aplauso a Israel Elejalde. El debate posterior de si ese foco era real o formaba parte de la función.











- Los cencerros de Farsas y églogas, de Nao D’Amores y CNTC. Todo un Juan del Enzina entregado, carcajeando y aplaudiendo a rabiar un montaje del XVI que mantiene la fonética de entonces.










Follies, dirigida por Mario Gas en el Teatro Español, mi primer musical en vivo. Vicky Peña pasándoselo pipa; Mario Gas paseando por el teatro a oscuras al comienzo, su frase final. Y, por favor, Massiel dándolo todo con I'm still here







Tempestad, dirigida por Sergio Peris-Mencheta: las grabaciones previas, Próspero y su gabardina, Calibán, Miranda. La multifuncionalidad de la escalera. La tormenta. Esa atmósfera mágica entre público y escena.










Celestina, de Atalaya TNT: La danza de amor en el encuentro entre Melibea y Calisto: pura poesía. Conseguir que una escena erótica –la de Areúsa con Pármeno- lo sea sin necesidad más que de enseñar un ombligo. Seis sillas altas que lo mismo te valen para recrear la pared por la que cae Calixto, la casa de Celestina, la de Melibea… Los coros, el impactante comienzo, el final. Su compromiso.






- Un trozo invisible de este mundo, de Juan Diego Botto y dirigida por Sergio Peris Mencheta: el guante de cuero de la mano derecha, la mano izquierda vendada y Juan Diego Botto acercándose lentísimamente por la cinta. Juan Diego Botto subiéndose a las maletas y diciendo que a él no le da igual, que no es lo mismo 1 que 10.





- El desamor de Los ojos, de Pablo Messiez. Nela corriendo por el escenario, Pablo acariciando caras, la risa de Natalia. La escena de la “arena” a tres movimientos. Una incontenible jartá a llorar de la actoraza Fernanda Orazzi contagiada al público. El desamor de nuevo.








Juicio a una zorra, de Kamikaze Producciones. El despecho de Helena, los silencios de Helena. Beber para olvidar.  Carmen Machi o la confirmación de que los grandes perfumes y los grandes venenos siempre van en frascos pequeños: su dominio de escena, su presencia, su vis cómica, su inmensa capacidad para el drama.








La vida es sueño, dirigido por Helena Pimenta CNTC. La Segismunda bajando del techo, la Segismunda subiendo por las escaleras. Los pelos como escarpias escuchando a Blanca Portillo recitar a Calderón: sus matices, su verdad, sus ganas. Notario y Portillo mano a mano. Una puesta en escena brillante.







-La fascinación producida por las escenografías de:









HAMLET 











LUCES DE BOHEMIA







CELESTINA 












LA VIDA ES SUEÑO 

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