29/11/09

FEDRA


CASI


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FEDRA
VERSIÓN: Juan Mayorga
DIRECCIÓN: José Carlos Plaza
INTÉRPRETES: Ana Belén, Alicia Hermida, Fran Perea, Chema Muñoz, Javier Ruiz de Alegría, Víctor Elías
DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA: Francisco Leal, José Carlos Plaza
DISEÑO DE VESTUARIO: Pedro Moreno
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Francisco Leal/Óscar Sáinz
MÚSICA ORIGINAL: Mariano Díaz
MAESTRO DE ARMAS: Nacho Fernández Martínez
PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN: Pentación Espectáculos
AFORO: Tres cuartas partes
DURACIÓN: 2h sin descanso
LUGAR: CAEM, Salamanca, 12 de noviembre de 2009, 20:00.

Casi no llego. Eso de que te cambien el espacio habitual de teatro y a una hora nada normal en esta época del año te descentra. Vamos, que si no es porque casualmente lo comenté con una amiga que iba el mismo día, aparezco a las nueve a ver Fedra, en el Liceo, entre las famosas columnas. Pero no, quizá porque estaban Ana Belén y Fran Perea, la Fundación decidió cambiar el espectáculo a las 20:00 en ese frío mastodonte del CAEM y su peculiar acústica. Así que allá fui, expectante porque iba a ver una tragedia desconocida para mí, porque nunca había visto en teatro a Ana Belén y Fran Perea, porque dirigía José Carlos Plaza, porque la versión era de Juan Mayorga, porque tenía curiosidad personal por Chema Muñoz y Javier Ruiz de Alegría y porque quería comprobar si Alicia Hermida saludaba al público siempre con la misma entrega, o lo que yo vi en aquella Doña Rosita la soltera dirigida por Narros fue algo excepcional. Esto, en teoría de la recepción es lo que se denomina como “horizonte de expectativas”, que diría los estudiosos del asunto. Si una va con las expectativas bajas, la obra puede sorprender o parecer indiferente; si una va con las expectativas altas, estas pueden verse satisfechas o frustradas.
Yo en esto de las expectativas me he quedado en una especie de gruñido acompañado de un gesto que se podría interpreta algo así como un “casi pero no del todo”.
Mayorga es uno de los que no suelen defraudar, excepto en algunos finales de sus obras. En esta ocasión no tengo claro cuál versión (o versiones) ha manejado para la adaptación, pero lo ha hecho bien. Esperemos que mantenga la calidad de sus obras en años próximos y que tarde mucho en pasar su momento.
He de decir que la puesta en escena me gustó bastante. En especial la estética, el uso simbólico de colores y su correspondencia entre escenografía y vestuario; pero también el uso del espacio escénico, la buena colocación de los efectos visuales y sonoros, que ayudaban a crear ambiente y estaban al servicio de la obra, no al revés. Todo bastante bien cohesionado.
También he de decir que me convenció el grupo de actores y la calidad interpretativa. Ana Belén no puede estar en mejor momento para ese papel, muy entregada ella y desencajada en el saludo; me sorprendió gratamente Javier Ruiz de Alegría; Chema Muñoz me pareció compacto; Alicia Hermida sigue perturbándome con su manera de saludar y sus tablas, aunque la he visto lidiar en mejores plazas y con mejores faenas; Fran Perea está bien y con posibilidades futuras para el teatro. Sin embargo, a pesar de esto, algunos movimientos, algunos tonos de voz me parecieron falseados, impostados y, en líneas generales, el montaje no me termina de convencer… Entonces, ¿seré yo que no estoy acostumbrada al tempo de la tragedia? ¿Será el montaje el que falla en su propuesta inicial? El público aplaudió a rabiar, incluso algunos se levantaron… Bueno, también hay que decir que actuaba Ana Belén…

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