26/1/12

LA FUNCIÓN POR HACER







HUMANA Y TEATRALMENTE INTENSA (Crónica de un foco que arde).

DIRECTOR: Miguel del Arco
VERSIÓN: Miguel del Arco y Aitor Tejada
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Juanjo Llorens
DISEÑO DE SONIDO: Sandra Vicente
PRODUCCIÓN: Kamikaze Producciones: http://www.kamikaze-producciones.es/
REPARTO: Israel Elejalde, Bárbara Lennie, Miriam Montilla, Manuela Paso, Raúl Prieto, Cristóbal Suárez.
AFORO: completo
DURACIÓN: 1 h 30 minutos
LUGAR: Teatro Liceo, Salamanca, 21 de enero de 2012, 21:00 h.
Ya era hora de poder hincarles el diente a los kamikazes. He oído hablar tanto de La función por hacer como de la siguiente, Veraneantes, o de los monólogos La violación de Lucrecia y Juicio a una zorra, con La Espert y La Machi dándolo todo sobre el escenario. Y hasta ahora todo han sido elogios. Así que se podrán imaginar ustedes que mis expectativas estaban tan altas como el Mariquelo charro en la víspera de Todos los Santos.
Pongo al respetable en antecedentes: La función por hacer comenzó a representarse en el vestíbulo del Teatro Lara los fines de semana en horario golfo y terminó siendo el grit hit de los últimos premios Max. Es una versión libre de Seis personajes en busca de un autor de Luigi Pirandello y, aunque no es necesaria su lectura previa para comprenderla, si vas con los deberes hechos a la representación, la brillante versión firmada por Miguel del Arco y Aitor Tejada se paladea mucho mejor.
Ahora los visitantes no son seis, sino cuatro. Y no interrumpen un ensayo, sino una representación. Condensación, reinvención y actualización son las acciones que se ejecutan sobre diálogos, reflexiones metateatrales y relaciones entre los personajes visitantes: dos parejas, dos hermanos, un engaño y un bebé. Como en la obra de Pirandello, los visitantes vienen a contar su terrible historia, cada uno de ellos, con su drama personal.
Tanto los cuatro personajes visitantes como los dos personajes actores están francamente bien: intachablemente construidos y con los niveles de energía perfectamente diferenciados. Son personajes con carácter. Todos, los seis, sin excepción, trabajan con los conceptos de naturalidad y verdad. Y, lo que es más importante, logran transmitir todas esas sensaciones y sentimientos al espectador. El hermano mayor y la novia son verbalmente más expresivos. Quieren representar su historia. Ella, Bárbara Lennie, nos deleita con un parlamento palpitante, lleno de pasión y poesía. Él, Israel Elejalde, más comedido y reflexivo, es la voz de la conciencia metateatral. Cristóbal Suárez y Miriam Montilla, los actores, toman fantásticamente la medida a unos personajes más complicados de lo que parece. Él asume positivamente la interrupción, se entusiasma y se lanza a coordinar la acción del drama que se le propone. Ella no lo encaja tan bien y, por ello, se convierte en un fantástico contrapunto irónico.
Sin duda, los personajes más fascinantes para mí son los de Raúl Prieto y Manuela Paso, el hermano menor y la madre. Por lo que callan. Por la violencia y el dolor que, respectivamente, pasean y mascullan entre el público, ellos, los agraviados del ilícito amor de sus parejas. Ambos estallan en un llanto o en una violencia desgarradores, que me ataron al asiento. Quienes los tuvimos a dos pasos en alguna ocasión, los gozamos y nos compadecimos de ellos. Qué manera de rumiar la ira, qué manera de llorar. Soberbios.
Aunque asistí emocionada a la historia, en ningún momento perdí la conciencia de ser una espectadora que contempla un drama. Lo mejor. Es una perfecta mezcla entre distanciamiento y empatía. Sin escenografía, sin apenas atrezzo, valientemente rodeados de espectadores, a base de una sabia dosificación del humor y de una fresquísima réplica que se alternan con una historia magníficamente interpretada que se cuenta pero que al mismo tiempo sucede, junto a un admirable manejo del tempo escénico: el del drama y el de la comedia… todo ello convierte a La función por hacer en un espectáculo electrizante, turbador. Humana y teatralmente intenso.

(Y en plena catarsis: que si te amo, que si lloro, que si te doy, que si soy un personaje y tengo entidad propia, que si los actores estamos para daros vida y tal, en uno de esos momentos álgidos y, por ello, escénicamente más delicados, la función que se hacía tuvo que interrumpirse ante los avisos de varios espectadores de que había fuego: ¡una llama salía de un foco del segundo anfiteatro! (lo sé: ¿un foco?). Claro, en un espectáculo que juega constantemente con estirar las convenciones teatrales hasta el límite, cuando sucede algo así y uno de los actores reacciona con una coña de la obra, te da por pensar que es una ruptura más de ficción. Pero no. Fue real. Y diría que hasta genial: Cristóbal Suárez, por personaje, era el más capacitado para hilar el acto interruptus con la escena pero Israel Elejalde estaba trabado y hubo que aplaudirle. Se concentró y retomó la escena de carrerilla. Quizá se perdió la oportunidad de exhibir sus dotes de improvisación pero nos regalaron una maravillosa y real ruptura teatral. Algunos dudamos, otros sabían con certeza que aquel foco ardía y unos pocos salieron creyendo que todo había sido un efecto de la obra).

5/1/12

"12 OBRAS PARA NO PERDERSE"

Es tan importante tener en cuenta lo pasado como mirar hacia el futuro.
Artículo de José Luis Romo, al que podréis seguir por twitter a través de la cuenta @mr_lemmon
"Todo el mundo está de acuerdo en que la cosecha escénica de 2011 ha sido notable. Bien, pero ¿qué ocurre con la siembra del año nuevo? Lejos de dormirse en los laurales nuestros cómicos siguen pergueñando cómo plantar cara a la crisis con talento e imaginación. En ELMUNDO.es les hemos preparado una selección de los 12 montajes que darán que hablar en este 2012:
1. 'Follies': Tras sus éxitos con 'Sweeney Todd' o 'A Little Night Music',Mario Gas vuelve al maestro Sondheim en esta pieza sobre un grupo de artistas de varietés que regresan al teatro en el que actuaron hace años y que está a punto de ser demolido. Un musical nostálgico en el que Gas contará con su musa Vicky Peña, Carlos Hipólito, la veterana Asunción Balaguer y, agárrense, el retorno de Massiel a los escenarios cantando el mítico "I'm Still Here". Se podrá ver en febrero en el Teatro Español de Madrid.
2. 'El tipo de la tumba de al lado': Maribel Verdú regresará a las tablas con una obra basada en el 'best seller' de Katarina Mazetti en el que dos viudos se conocen llevando flores a las tumbas de sus finados cónyuges. Una comedia con toques dramáticos (o viceversa) en la que le acompañará Antonio Molero, con quien ya coincidió en la celebrada 'Un dios salvaje', la comedia de Yasmina Reza con que logró un gran éxito hace un par de tempordas. José María Pou dirige esta obra que se estrenará en febrero en el barcelonés teatro Goya.
3. 'Incendis': Quien viera la película de Denis Villeneuve nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera el pasado año, difícilmente podrá haber olvidado la historia de esta pieza sobre los estragos de la guerra en Oriente Próximo. Una tragedia griega de nuestros días que se podrá ver en febrero en el Teatro Romea (Barcelona) interpretada por la gran Clara Segura.
4. 'Orquesta de Señoritas': Es una figura consagrada pero lejos de amodorrarse, Juan Carlos Pérez de la Fuente planea un rompedora versión de la obra de Jean Anouilh. Con una sorprendente escenografía ecológica y un fastuoso vestuario basado en figurines del mítico Álvaro Retana, el ex director del CDN mostrará el mundo lumpen del cuplé madrileño de los años 20 con un reparto, atención, exclusivamente masculino. Se estrenará en marzo en Santander.
5. 'Desaparecer': El binomio formado por director Calixto Bieito y el actor Juan Echanove demostró de lo que era capaz en 'Plataforma'. Ahora, dejan a un lado a Houellebecq y se adentran en el oscuro universo de Edgar Allan Poe con este espectáculo que seguirá de gira durante 2012 basado en su famosos cuentos góticos. En la pieza también interviene la cantante mallorquina Maika Makovski y, entre otras fechas, llegará al Teatro Arriega (Bilbao) en marzo.
6. 'Coriolà': El que fuera 'enfant terrible' de nuestra escena, Álex Rigola, ofrece su, como siempre, personalísima visión de la tragedia shakespeareana sobre el brillante general romano que apunto estuvo de arrasar la cuna del Imperio. En su reparto brillará Mercé Aranega, una de las grandes actrices catalanas interpretando el impresionante monólogo de Volumnia. Se podrá ver en marzo en el Teatre Lliure de Barcelona.
7. 'De ratones y hombres': El clásico de John Steinbeck servirá en bandeja a Miguel del Arco otro texto para ofrecer sus particulares reescrituras que tan buen resultado le han dado en 'La función por hacer' y 'Veraneantes'. El actual 'niño bonito' de la escena española estrenará su versión en marzo en el Teatro Arriaga, de Bilbao. Otro de sus esperados proyectos es 'El inspector', de Gogol, para el CDN.
8. 'El principito': ¿Puede José Luis Gómez, con 60 años ya cumplidos, hacer que nos le creamos como el tierno personaje de Saint-Exupéry? La respuesta la tendremos en el madrileño Teatro de La Abadía el próximo mes de mayo. Si el flamante nuevo miembro de la Real Academia de la Lengua logró dar el pego como primate en 'Informe para una Academia', ¿por qué no?
9. 'Orquesta Club Virginia': Fue una de las películas míticas de los primeros 90 y, ahora, su director, Manuel Iborra, planea su traslación a escena con varios de sus intérpretes originales. Antonio Resines (que tan poco se prodiga sobre las tablas), Quique San Francisco y Jorge Sanz volverán a verse las caras en esta pieza que se podrá ver en mayo en el Matadero de Madrid.
10. 'Una luna para los desdichados': Ángela Molina vuelve a subirse un escenario dirigida por John Strasberg en este clásico de Eugene O'Neill. Las madrileñas Naves del Español ofrecerán en abril una magnifica oportunidad para ver uno de los textos menos representados del premio Nobel, en el que también intervendrá Eusebio Poncela.
11. 'Quizás, Quizás': Pertenecen a dos de las familias de cómicos más reputadas del país y estuvieron casados durante más de una década hace ya 35 años. Con estos antecedentes está claro que el retorno a los escenarios de Carlos Larrañaga y María Luisa Merlo dará mucho que hablar. Ambos retornan con una comedia romántica de Richard Baer, autor de piezas como 'La reina de Belleza de Leane'. La obra empezará a girar por provincias para abril.
12. 'La loba': Gerardo Vera regresará en abril al Teatro María Guerrero (Madrid) para dirigir a Nuria Espert en este clásico norteamericano de Lillian Hellman. El papel que inmortalizó Bette Davis a las órdenes de Wylliam Wyler parece perfecto para que la gran dama despliegue toda su maldad en las tablas. La unión de ambos veteranos llega en un momento de gracia para ambos. Espert ha vuelto a cosechar ovaciones este año con La violación de Lucrecia y el Teatro Valle-Inclán aún se llena a diario para ver el Agosto, firmado por Vera."
Enlace de El Mundo

4/1/12

VISTA ATRÁS. 2011 SEGÚN 2012






Hay veces que los números cantan y esta es una de ellas: diecisiete. Sí, 17. Y en ese cómputo he incluido finalmente dos obras que ya había visto anteriormente (Al carajo la poesía y Todos eran mis hijos), así como un breve ejercicio de calle firmado por el grupo universitario Teatro Lunático sobre Muerte de un viajante.
Desconozco si la cifra de diecisiete obras vista en un año es alta para el posible lector. Desde luego que para mí, acostumbrada a no bajar de los treinta espectáculos por año desde 2007, me da tanta sensación de pobreza como la que tiene alguna política a final de mes. Y la comparación entre las 17 de 2011 con las 42 de 2008 me da para preguntarme a lo Mou ¿por qué?, ¿POR QUÉ?
Como ya estamos hartos de escucharlo diariamente, no pronunciaré la palabra tabú, pero seguro que es de imaginar. Lo que es seguro es que el haber rebajado a una semana un festival quincenal como había sido hasta 2011 el FÁCYL; o la reducción hasta el mínimo obligatorio en la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura, unido a una preferencia ligeramente preocupante por programar teatro comercial algo, digo yo, tendrán que ver. Y eso a pesar de haber emigrado a Valladolid y a Madrid en alguna ocasión para no perderme espectáculos que sabía que no iban a recalar por estos lares charros.
Como en la vida real, mi 2011 teatral fue también convulso, irregular e inestable en cuanto a la calidad de los montajes. Al menos Un tranvía llamado deseo y El perro del hortelano ayudaron a comenzar y terminar con buen pie. El primero me dio la oportunidad de gozar con la inteligente dirección de Mario Gas, del estupendo Mitch de Alex Casanovas y, sobre todo, del talento y la sutilidad interpretativa de Vicky Peña. Del segundo con la deliciosa, humana y expresiva Diana de Eva Rufo, así como con David Boceta y Joaquín Notario, el gusto exquisito de la puesta en escena (trajes, iluminación, algunos decorados…) y el trabajo de dirección de Eduardo Vasco, que monta como nadie las escenas de amantes.
Nunca llegué a ver Una noche con los clásicos de mi admirado Adolfo Marsillach, pero me parece que algo le debe Paseo romántico. La pasión española en el siglo XIX, con la desgracia de que en Salamanca las fans de Ginés García Millán salimos decepcionadas al no encontrarlo en escena (no así las de José Coronado). Tengo buenos recuerdos de unas cuantas escenas de ese espectáculo, puede que los textos de Larra y Don Juan Tenorio (reconocidos vicios personales míos).
Así como la propuesta de montaje de La venganza de don Mendo por Tricicle me hizo descojonarme bien, bien alto en el teatro de las columnas; Los negros todavía me tiene debatiendo internamente si aquello tenía algún sentido y de qué leñes iba eso. Para lo segundo puedo ofrecer la explicación –sin ningún pudor– que para algunas propuestas chachis o montajes rarus rarus rarus soy todavía muy torpe. Y esa misma explicación me puede servir para la primera, de lo más anti-in que te puedas encontrar. Por cierto, me gustaron –y mucho– los gags que se añadían a un texto que ya exhala parodia por todos los ripios, principalmente porque el tipo de humor de La venganza de don Mendo está ya alejado del actual, por lo que el clown establece un puente entre el espectador (no acostumbrado a ver teatro clásico) y el texto de Muñoz Seca (que se burla de los dramas de honor). Con todo, reconozco que tanto gag puede llegar a saturar.
Repetir como espectadora es algo solo para montajes inolvidables. Además, las segundas veces ofrecen más luz sobre la primera vez de lo que parece. Cuando vi Al carajo la poesía me fascinó; sin embargo, en esta segunda me pareció que aunque es un trabajo serio y bien realizado, quizá me dejé llevar por el entusiasmo de los estrenos. Por su parte, la segunda vez de Todos eran mis hijos no solo confirmó mi primera impresión sino que, además, pude disfrutar muchísimo más de la fina mano en la interpretación del texto y la dirección de actores de Tolcachir –un tipo que sabe montar teatro– así como de las brillantes interpretaciones de Carlos Hipólito y Gloria Muñoz, y de lo bien que “se hablan” en escena.
Ignoro si Calixto Bieito se decidió por el lema “Te lo pongo FÁCYL” por las facylidades de la Junta de Castilla y León con el presupuesto (ojo: a fecha de hoy no tengo conocimiento de que haya un FÁCYL2012 ni, si lo hubiera, quién lo fuera a dirigir…). Como ya anuncié al comienzo de este post, la programación se redujo de dos a una semana (mejor reducir cantidad y no calidad, pensaría Bieito). Quien no arriesga no gana y de la selección que hice en la compra de entradas parece que perdí: Geespräche mit Astronauten fue el primer espectáculo alemán que he visto que no me ha gustado, creo que es buena señal que no guarde ningún recuerdo de The Thrill of it All y directamente me salí de la sala –debe de ser de las pocas veces…– con Lilja 4-ever, poco antes de que el espectáculo comenzara a levantarse, según mis informaciones. De la quema se salvan tanto las chicas hiphoperas francesas de Black Blanc Beur como el enésimo montaje que programa el FÁCYL, para mi regocijo, de El sueño de una noche de verano, ahora en versión portuguesa como Sonho de Uma Noite de Verao, que era una gansada muy larga pero muy bien hecha.
Había oído tanto sobre María Sarmiento de Ernesto Caballero que las expectativas se frustraron cuando vi la puesta en escena… no sé, si quieres parodiar, parodia de verdad ¿no?. Sin embargo, la gran decepción de este año para mí fue el Macbeth de UR, por todo lo que me han entusiasmado desde que de adolescente vi Romeo y Julieta. Reconozco que las condiciones no eran muy adecuadas: que si un frío helador en el patio de Fonseca, que si las sillas son incómodas, que si en mitad del pasillo tienes un pozo que te dificulta algo la visión… Lo cierto es que aunque en otros montajes no me han molestado, en este sí. La estética no me desagradó en absoluto, el riesgo de los audiovisuales fue más que bien salvado… pero llego a la parte interpretativa y lo que más valoro de ella fue lo rápido que podían soltar el texto Macbeth y Lady Macbeth y cómo consiguieron mantener un tono tan tan tan alto desde casi el comienzo.
Pero acabemos bien, mi gran alegría personal de 2011 fue la re-apertura del aula de teatro universitario Juan del Enzina de la USAL. Desde luego, no por las maneras sino por el hecho. En la inauguración, para congratular al profesorado y autoridades se programó un espectáculo creado para conmemorar el centenario de la Residencia de Estudiantes que estuvo más que bien: La colmena científica (o El café de Negrín), de José Ramón Fernández. También producción del CDN, pero más en la estela de lo que tendría que ser la programación del Juandel fue Días estupendos, de Alfredo Sanzol que deslumbró y emocionó con su visión del mundo, su humor, sus textos y su ritmo. Fantástica.