FLUIR DE ENERGÍA
POROROCA
COREOGRAFÍA: Lia Rodrigues
COREOGRAFÍA: Lia Rodrigues
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Nicolas Boudier
VESTUARIO: Joao Saldanha, Marcelo Braga
BAILARINES: Amália Lia, Allyson Amaral, Ana Paula Kamozaki, Leonardo Nunes, Clarissa Rego, Paula Kamozaki, Carolina Campos, Thais Galliac, Volmir Cordeiro, Priscilla Maia, Calixto Neto, Lidia Larangeira
AFORO: Lleno
DURACIÓN: 50 minutos
LUGAR: Teatro Caja Duero, Salamanca, 2 de junio de 2010, 20:00
AFORO: Lleno
DURACIÓN: 50 minutos
LUGAR: Teatro Caja Duero, Salamanca, 2 de junio de 2010, 20:00
Decía Lia Rodrigues que “pororoca” es el estruendoso oleaje que recorre el Amazonas por la acción de las mareas. Creo que no podían haber elegido mejor título para su montaje porque aquello era un caudal de energía compuesto por once bailarines –algunos resaltaban más que otros- que, para gusto o disgusto, no dejó indiferente al patio de butacas. En mi caso fue para gusto.
Porque se abrió y se mantuvo un canal de comunicación con el espectador; porque era un espectáculo honesto, compacto, con sentido unitario; porque la música eran los bailarines, su respiración, sus jadeos, el sonido del contacto de sus cuerpos; porque al final del espectáculo, según ascendían los bailarines por las escaleras, así se iba notando toda la energía que habían creado, que habían tomado del cuerpo del otro para relanzar la suya; porque habían creado un lenguaje que fascinó durante la primera hora y que pudo cansar durante la segunda si no te dejabas entrar irracionalmente las sensaciones que se planteaban desde el escenario: poder, sexo, animalidad, masa humana e individuo, primitivismo…
En fin, se creó un estado insólito que encantó al público que agradeció –y bastante- el grandísimo trabajo de los bailarines, su conexión, su precisión, su desordenado caos y su capacidad de comunicación a partir de sus movimientos y energía para plantear reflexiones sobre el verdadero fondo de las relaciones, del individuo y del grupo.