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CALÍGULA
AUTOR: Albert Camus
VERSIÓN y DIRECCIÓN: Santiago Sánchez
VESTUARIO: Sue Plummer
ILUMINACIÓN: Rafael Monjas y Félix Garma
ESCENOGRAFÍA: Dino Ibáñez
MÚSICA: Jesús Salvador Chapi
INTÉRPRETES: Sandro Cordero, Garbiñe Insausti, José J. Rodríguez Jabao, Sergio Gayol, Gorsy Edú, Carlos Lorenzo, Carles Montoliu, Balbino Lacosta, Marina Barba, Martín Caló, Manu Hernández, Ramón Linaza
AFORO: Completo.
DURACIÓN: 1 h 30 min, con descanso
LUGAR: Teatro Liceo, Salamanca. 5 de febrero de 2010, 22:30
No es un sintagma que me haya inventado para el título, lo he extraído de la portada del programa de mano de Calígula. Y tiene razón, de ahí el apropiamiento indebido.
Estamos ante uno de los pocos casos en el sistema actual de producciones teatrales de una compañía privada –no productora– formada por un elenco de actores estable, de repertorio fundamentalmente clásico (anteriores fueron Quijote, Don Juan Tenorio) y con vocación de crear un lenguaje y estilo teatral propio apartado de modas.
Lo importante de todo no es el valor de montar un texto duro, complejo, arriesgado como este, de buscar la calidad en vez del éxito fácil, de un elenco numeroso al ser una compañía pública. No. El verdadero valor es conseguir comunicar al público lo que se pretende y, sin duda, esta compañía lo ha conseguido.
Después de una primera parte un tanto densa, llegó el punto álgido entre tanta belleza estética con el baile que iniciaba la segunda parte que protagonizaba uno de los actores y la chelista. ¡Qué hermoso! Y qué elegante demostración de cómo se puede escenificar una cópula sin ser obsceno. Qué delicadeza en el tratamiento del movimiento, de la música en directo, de la cuidada escenografía. Qué suerte y qué trabajo el contar con esos intérpretes versátiles que trabajan en grupo y por el grupo, desde la sabiduría de la experiencia y desde la seriedad de ese director tan inteligente que ama tanto el teatro. Y se nota.